Y ahora, la explicación:
No hay nada más doloroso para una banda que cancelar un concierto, y más si éste es en la capital y sirve para presentar desde allí a todo el estado su último trabajo. Y más en la situación en la q estamos, cerca de la bancarrota debido a un grave problema que tuvimos el año pasado. Cada concierto es para nosotros un soplo de optimismo, una manera de reencontrarnos con nuestro público y sentir su cariño. Y en Pandilleros todos nosotros hemos puesto grandes esperanzas, quizás en una coyuntura nada favorable para aventuras como esta.
Pero hay cosas q escapan a nuestro control, y una de ellas es la salud. Ya tuvimos la desgracia de tener q suspender una presentación en Bcn el mes pasado, debido a una lesión de espalda de nuestro batería Solomón Rabinad. Cuando te encuentras con imponderables cómo ese, es dificil sobreponerse, os lo digo yo (Lalo) que en diversas ocasiones me he encontrado en la misma situación. Por eso, cuando Solomón tuvo a mediados de semana una recaida, todo el grupo y la oficina de management nos pusimos en estado de alarma. Esperamos a ver cómo avanzaban las cosas y hasta el último momento mantuvimos la esperanza de poder ir a Madrid, tanto fue así q un par de nosotros estábamos en la capital realizando la promoción del evento, siempre con las vistas en no tener q cancelar.
Pero no pudo ser. El médico desaconsejó infiltrar a Solomón hasta q no bajase la inflamación (pensad q no era una contractura puntual, sino de toda la espalda), y desaconsejó el esfuerzo de un viaje y de todo lo que entraña preparar un bolo. De hecho el bolo de Bcn quedaba a expensas de cómo evolucionase la lesión, con la única ventaja de ser en casa.
Ante eso, tuvimos q afrontar los hechos. No hay sustituto posible para Solomón en Pandilleros, es irremplazable en éste show. Así q decidimos suspender la actuación, con el consiguiente bajón monumental para todo el grupo, y, está claro, para todos los q os quedasteis en la puerta de la Caracol. Sólo espero q disculpeis el hecho de que no anunciásemos nada de lo ocurrido en el blog, o el myspace. Estábamos muy descolocados, de verdad.
El día siguiente transcurrió con la incertidumbre de si podríamos tocar en el Apolo, y al final, tras idas y venidas al hospital y muchos calmante musculares, Solomón se vió con capacidad para tocar debido a la proximidad de la sala y poder reposar hasta el último momento. Y lo aguantó cómo un jabato.
Sólo queda disculparnos de nuevo. Ya nos conocéis y sabéis q nos duele muchísimo no haber tocado en Madrid, porque para nosotros es muy especial tocar para vosotros. Por favor no nos lo tengáis en cuenta, os aseguramos q ya estamos pensando cómo compensaros y buscando una fecha para poder presentar Pandilleros como se merece en Madrid, esto no va a quedar así.
FTM, Barcelona, 19/05/09